miércoles, 14 de abril de 2010

Fake Fruit Factory

Fake Fruit Factory
Dirigida por Chick Strand
1986
Estados Unidos y México




Creo que una de las intenciones de este cortometraje es explorar la relación México – Estados Unidos por medio de un ejemplo específico de obreras – patrón. Para este fin se utiliza un dispositivo muy claro donde el close-up nos permite ver detalles a los que normalmente no tendríamos acceso.

¿Cómo operan los planos cerrados? Primero que nada creo que le brindan unidad estética al cortometraje. Nos sumergimos en este caleidoscopio humano donde después de un par de minutos nos acostumbramos a no intentar entender lo que se esconde más allá de los límites del cuadro. El espectador pierde el dominio sobre el área de la pantalla que desea ver. Se vuelve más complicado el discriminar una parte porque se favorece el todo; el cuadro como un cuadro. Sutilezas como texturas, movimientos de manos, gestos y defectos quedan descubiertos. ¿Qué tanto nos perdemos día a día por estar ya acostumbrados a ver de cierta forma? Chick Strand nos pone un pequeño ejercicio donde nos obliga a ver, literalmente, diferente. Sin embargo no modifica la realidad. Es decir, este “ver diferente” no se refiere a que altere los colores o se vea todo invertido, sólo es “ver más de cerca”. Siento también que es un llamado a poner atención.





La secuencia en la alberca es de las mejores en mi opinión. Se siente como si la cámara estuviera nadando tranquilamente en la alberca. La música de balada mexicana suena en armonía con las risas de las trabajadoras divirtiéndose. Dan ganas de perderse en las ondas del agua que de cerca se ven aún más sedantes.  Poco a poco vamos descubriendo a los personajes sumergidos aquí, pero no hay prisa. Trozos de piel y de trajes de baño se asoman en el cuadro distorsionados por el movimiento del líquido.



A partir de esta fábrica de frutas falsas se estudia de cerca la manera en que trabajan estas mujeres para un patrón macho-alfa. La relación es bastante cordial, pero la explotación existe. De cierto ángulo da la impresión se de ser un asunto paternal pero se descubre que hay un abuso. ¿No es así la relación Estados Unidos – México? Todos estamos conscientes de que existe un abuso pero a la vez  muchos mexicanos sigan emigrando hacia allá. Es más, allá suelen tener buen trato con sus patrones. Es más común que las peleas sucedan entre latinoamericanos a que se lleven acabo entre gringos y mexicanos. La cordialidad abusiva es retratada en el harem del patrón. 



Y al final el patrón abandona a todas sus mujeres y rehace su vida en otra parte del mundo. Deja hjos y negocio. ¿A qué se asemeja esto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario