miércoles, 14 de abril de 2010

La pyramide humaine

La pyramide humaine
(La pirámide humana)
Dirigida por Jean Rouch
1961
Francia




En este ambicioso proyecto de Rouch encontramos una historia juvenil que con una trama muy local apela a un tema universal inherente al ser humano. En los títulos iniciales dice “ Esta película es un experimento del autor con un grupo de adolescentes negros y blancos.” Así que desde el inicio vemos al director platicando con varios adolescentes y explicándoles un poco las reglas de este trabajo. Además de ser considerado un experimento creo que también podríamos decir que se trata de un juego, de una ficción y un documental. Sabemos que a cada participante se le asignó una postura que debía asumir respecto al racismo, independientemente de qué ésta se encuentre cercana o contraria a lo real. Con las bases listas inicia la película.

Después de ver La pyramide humaine pueden quedar varias dudas acerca de qué fue planeado y qué fue espontáneo, pero no sería justo decir que algo no fue real. Rouch explora los límites de estos adolescentes y los límites mismos del documental. La conclusión con que me quedo es que el autor es un experto para provocar situaciones. Hacer que las cosas sucedan. Me parece impresionante la lección de narrativa que Rouch nos da en esta película porque comprueba que a veces no son necesarios actores y guiones para tener una auténtico drama, que si no fuera por su franqueza y limpieza, podría parecer una ficción absoluta para alguien que desconozca la introducción de la cinta y al director. Creo que en La pyramide humaine Rouch hizo un trabajo de poner las fichas en el tablero y dejar que ellas sucedieran solas.



El roleplay logra que los adolescentes se metan de lleno en una guerra de integración/desintegración y amor/odio. Sin duda los sujetos son vulnerables por su contexto sociopolítico y por su edad. Poco a poco van surgiendo los matices y aparecen elementos que se catalizan para obtener resultados tan reales que podemos llamar universales. El tema gira sobre reflexiones del apartheid. ¿Cómo puede este salón integrarse racialmente si mientras tanto existe el apartheid en Sudáfrica? El proceso de integración es lento y requiere el esfuerzo de algunos de los jóvenes. Cuando parece ser que por fin se ha formado un grupo mezclado empiezan los conflictos. Éstos son completamente normales entre adolescentes ahí, aquí y en cualquier lugar del mundo. Los típicos celos por una mujer, los chismes, los juegos y las traiciones. El color de la piel nunca deja de ser un factor preponderante pero se vuelve secundario cuando, por ejemplo, un chico africano y uno europeo pelean por el amor de la ingenua y tramposa Nadine. 



Una secuencia que me parece genial es cuando uno de los chicos negros y uno de los blancos discuten sobre quién debe salir con Nathalie. El africano se rehúsa a aceptar que el francés tenga algo que ver con ella. Cuando éste lo interroga sobre las otras mujeres de las que está enamorado sale con su teoría de que su corazón tiene cuatro ventrículos, uno para cada chica diferente. Vuelvo a lo mismo del post anterior. Pláticas como ésta no pueden estar planeadas. Es cuestión de crear situaciones y éstas suceden solas. No basta con observar, también hay que participar.

Parece que todo los esfuerzos para unir a ambos grupos han sido inútiles cuando muere ahogado uno de ellos. Esta película explora las relaciones humanas y Rouch demuestra que éstas son independientes de la raza. Su discurso queda plasmado en su propuesta. Seguramente nadie murió en la realización de esta película, pero esto no importa para poder valorar las verdades que este trabajo señala.



A continuación el link a un sitio muy interesante que encontré donde se le hace un tributo a este cineasta.

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