sábado, 29 de mayo de 2010

Momma Don't Allow


Momma Don't Allow
Dirigida por Karel Reisz y Toni Richardson
1955  
Reino Unido
These films were not made together; nor with the idea of showing them together. But when they came together, we felt they had an attitude in common. Implicit in this attitude is a belief in freedom, in the importance of people and the significance of the everyday.

As filmmakers we believe that
      No film can be too personal.
      The image speaks. Sound amplifies and comments.
      Size is irrelevant. Perfection is not an aim.
      An attitude means a style. A style means an attitude.

- Free Cinema Manifesto



Momma Don't Allow es otro de los tres cortos programados en lo que por primera vez se daría a conocer como el Free Cinema. En esta ocasión, nos encontramos en un club de jazz nocturno donde los jóvenes van a divertirse un rato. Un espacio como este implicaba un lugar de rebeldía, un desafío a las autoridades, a las instituciones familiares, a los principios y a las buenas costumbres. A pesar de lo convencional que nos pueda parecer hoy en día este ambiente a comparación de los antros que existen ahora, este era un lugar underground donde personas de diferentes clases sociales, razas y creencias se juntaban para bailar. La juventud se negaba a pertenecer a un esquema social que no le parecía atractivo ni cómodo, así que espacios de encuentro como este florecieron.

“La imagen habla”, eso dice el manifiesto. No es necesario escuchar una voz o leer un texto donde se nos explique lo que está sucediendo. Sabemos lo que acontece con sólo observar unos momentos. La gente baila al ritmo de la música en vivo. ¿Para qué necesitaríamos que se nos explicara más? Gracias a los dispositivos usados por Reisz y Richardson, nosotros como espectadores vamos poco a poco descubriendo el espacio, los personajes y el humor de este sitio. Queda claro que la gente se divierte de una manera muy libre. Por eso no es casualidad que esta película inaugure el free cinema (cine libre). Nos damos cuenta de que este ímpetu juvenil le pertenece a una generación completa, donde algunos bailan y otros hacen películas de los que bailan. Así como los jóvenes se rebelan de sus padres y van a dar todo de sí en este club, también los directores del free cinema protestan contra las formas tradicionales cinematográficas y hacen este experimento para la BFI. Esta película, desde lo que nos presenta hasta la forma en la que fue hecha y promovida, habla sobre el espíritu libre de la juventud de una época que dio paso a la forma en la que hoy concebimos los espacios de recreación juvenil.



Un momento muy interesante del cortometraje es cuando descubrimos que un grupo de jóvenes de la clase alta londinense llega a este lugar de los hijos de la clase obrera. Llegan con buena ropa y en un buen carro y, por si acaso, le destornillan el adorno que lleva sobre el cofre para que no se lo vayan a robar. Entran y bailan con todos, para los demás ellos sólo son más jóvenes, inclusive los tratan con indiferencia y sin resentimiento. Queda ejemplificado que la juventud tiene una noción muy distinta sobre las clases sociales que sus padres.



La música dinámica le da movimiento al documental y demuestre el deseo frenético de vivir. Recordemos que el manifiesto dice que la actitud significa un estilo, y un estilo significa una actitud.

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